Hoy, vamos, hace escasa media hora, me dí cuenta de que hago muchas gilipolleces.
Como ir cerrando todos los cajones de mi casa que están a medio cerrar. Y si no los veo medio abiertos, lo voy comprobando según paso por al lado dándoles un empujó para dentro.
Otro ejemplo es que cuando me pongo margarina o queso de untar en un pan, no me quedo tranquila hasta que froto mil millones de veces el cuchillo por el pan, hasta dejar el cuchillo completamente limpio. Y si con el pan no lo consigo, le pego un lametón al cuchillo.
También, hace poco, descubrí que la mejor postura para ver la tele es tirada en la butaca, con el brazo derecho por encima de la cabeza, mordiendo el cuello de la camiseta/camisa/vestido. Y digo que es la mejor postura porque me descubro en ella sin saber como he llegado a ponerme así.
Que cuando bebo, siempre me doy con el vaso en los dientes de abajo. Se ve que si no hay contacto, no me creo que haya vaso.
Que si no fuera por los Big Kings y los filetes de pollo empanados que me hace mi madre, podría pasar perfectamente sin comer carne el resto de mi vida.
Que cuando voy a secar algo con un trapo de la cocina, siempre lo hago por el lado que no tiene dibujo. Si descubro que estoy secando/limpiando con la parte coloreada, rápidamente le doy la vuelta y vuelvo a secarlo entero, aunque ya esté seco como el ojo la Inés.
Que cierro 20 veces el coche. Hay veces que incluso doy la vuelta para ver si está cerrado de verdad y no se está riendo de mi.
Que la comida tiene que encajar perfectamente en la tartera. Sino, me da la sensación de que no va a estar tan rica.
Que cuando voy en el coche y me hacen una pirula, no insulto. Les llamo rey/reina/corazón/amor. Asi parece que el encabronamiento no es tan grande.
Y muchas absurdeces más que se me estarán olvidando...pero la cosa es que no me apetece pensar más.

Escuchando: Metallica - I dissapear "Ain´t no mercy there for me"