sábado, mayo 17, 2008
Reflexiones de oficina, estrofa primera, segunda parte
Dejar la temperatura interna a cargo de la inteligencia de un edificio inteligente, da pie a situaciones tan hilarantes como que yo tenga que estar en tirantes y medio sudando, cuando mi compañera que se sienta a escaso metro y medio esté con el abrigo y guantes de pobre en las manos.
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1 comentario:
Me parece increible que funcionen tan mal los aires acondicionados de todas las oficinas. ¡es un asco!
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