Estoy en un membrillo.
Me apetece ir a currar.
Oh!
Sí, me apetece ir a currar. Porque es algo nuevo, y a mi lo nuevo y desconocido me gusta. Y porque el viernes me lo pasé bien currando.
¿Es enfermedad cuando te gusta currar? ¿Se llega a ser lo suficientemente friki como para que te guste currar? Pues por lo visto si.
Total, que el membrillo viene porque por otra parte, me jode madrugar, por lo cual no me apetece ir a currar (y porque el programa de "No somos nadie" no será en directo, lo cual le quita toda la gracia a los 40 minutos de atasco).
Por otro lado, hoy ha sido el cumpleaños de mi abuela (felicitemos todos a la Pepa, que cumple 83 años) y en la reunión familiar, la conclusión a la que hemos llegado (porque en todas las reuniones de mi familia se llega a una conclusión como poco) ha sido de que me habían crecido las tetas. A mis 23 años, me han crecido las tetas.
Osea, que bien.
Y ya que este post no va de nada en concreto, pues decir que me cago en quién estipuló que los fuegos artificiales se hicieran los domingos a las 12, que lo mismo el señor artificiero no sabe que los lunes se trabaja y yo tenía que estar en la cama y no desvelada por los pumpumPUMTRURUPÚM de la calle.
Y siguiendo con las chorradas, opinar que Viggo Mortensen no es guapo, ni sexy, ni nada que se le parezca. Aragorn si, pero él no. Nada que ver con Legolas y Orlando Bloom, que son igual de llamativos sí o sí.
En fin, que me han vuelto a picar bichejos extraños, aunque ahora les ha dado con mis piernas, todo belleza voy.
Y que os vuelvan a dar a todos. Besitos claro, pero que os den.