domingo, octubre 29, 2006

La cacería nocturna

Si te digo hace meses que no, va a ser que no.
No me vengas ahora, preguntando otra vez, porque va a seguir siendo que no.
Y lo menos que puedes hacer, es enfadarte si me pongo violenta.
Porque nos pensais, amigos mios, que cuando vamos pedo, nos volvemos unas golfas.
Y eso si que no.
Ni aunque tuviera noviete, si te digo que no, es que va a ser que no.
No insistas. A la décima vez que insistas, voy a estar hasta los huevos de ti.
Que la ténica del amigo paternal ya está muy vista. Que me merezco algo mejor (algo como tú?), sin ni siquiera saber si yo soy lo más hijadeputa del lugar.
No me instes a hacer cosas que no quiero, con argumentos absurdos.
Pero el tener que quitar la cara para evitar un beso tuyo, me repugna, miamigomio.
Y las miradas de odio al final de la noche, te lo creas o no, me alegran el día. Me encanta que me odien por no ser una gilipollas.
El que me cuenta que su novia es una imbécil y que yo soy mucho mejor, cuando la novia está en la barra, me da bastante ascazo, y paso media hora hablando con ella, mientras él se come las uñas pensando "se lo estará contando???".
El que pretende bailar demasiado arrimado conmigo, y cuando me quito me llama estrecha, me hace gracia.
El que si no hago lo que él quiere me odia, me revitaliza.
Si me voy de fiesta y ves que estoy con mis colegas, ven a hablar conmigo como mi amigo, ni se te ocurra joderme la noche con tácticas de águila imperial, que salgo para pillarme un pedo, no para terminar en la cama con cualquiera.
Yo ya tengo cama.

Escuchando--Stone Temple Pilots--Sour Girl

2 comentarios:

Anónimo dijo...

putos buitrones

Isaca dijo...

Le dijo la sartén al cazo...

;p (lengüetazo!)