domingo, enero 07, 2007

El pobre rey negro


Qué bonitas son las cabalgatas.
Lo menos a mi me encantan. Hace 4 años ya que siempre voy a la de Coslada. Para mi es la mejor. No hay mucha gente...bueno, medio pueblo, pero seguro que encuentras un huequito para verla.
Y te quedas allí parada.
Y ves a los criajos como miran las cabalgatas, y los fuegos artificiales, y como se revuelcan por el suelo a por los caramelos.
Tú mientras vas tanteando disfraces para carnavales/nochevieja, y por ahora va ganando el de la galleta de Shrek.
De pronto llegan los reyes magos, y se me llenan los ojos de lágrimas cuando me recuerdo con mi madre en el barrio, viendo a los reyes y deseando llegar a casa para acostarme y que viniesen los reyes. En ese momento echo mucho de menos a mi madre.
Poco me dura la nostalgia, ya que se nos para justo delante la carreta del rey negro. Mientras me seco las lágrimas, veo como unos energúmenos hijosdeputa, se lian a caramelazos e insultos con el pobre hombre.
El muchacho, que iría sobre aviso, no quita la sonrisa de la cara, supuestamente pensando en los niños pequeños que esperan eso de él.
Los gilipollas siguen apedreándolo con caramelos...y ese es unos de los momentos, en los que me encantaría tener un par de uzis, y liarme a tiros con esos anormales, soplapollas, y malcriados, que no saben tener respeto por la puñetera raza humana.
Y es en este momento en el que recuerdo el odio que sentí, cuando os digo con toda la sinceridad del mundo, amigos, que no me daría ninguna pena que este tipo de gente muriera.

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