sábado, julio 14, 2007

Post 225 de "Que simple soy"

Estoy aquí, a estas horas, porque es mi blog, y porque me da la gana.
Porque el remedio para los terrores nocturnos de "Levántate y escribe en un cuaderno, justo después de despertar, el terror que has tenido" me valió para las 3 primeras veces. Terminé tirando el cuaderno cuando creí que ya se me había pasado.
Pero no! Porque hoy me acosté a las 2, y ahora son las 4 y 20 y aqui estoy, con el corazón a 121 (medición real). Escucho mi propia sangre bombeando los tímpanos.
No tengo más cuadernos, pero me queda el blog.
Me he levantado porque sino me volvía a dormir, y ahora mismo es pánico lo que le tengo a quedarme dormida. He ido a la cocina chocándome con todo lo que había por medio, he abierto la nevera, y me he sentado en el suelo, mirando lo que había dentro. Cuando he llegado a la conclusión de que no era muy cívico hacerme unos macarrones a estas horas (mientras escribo estoy escuchando una canción de fondo y no se de donde sale...vuelvo a pensar que estoy dormida y estoy metida en otra mierda...enciendo y apago la tele, apago el Vía Digital...y a los dos minutos de pánico, me doy cuenta que es el puto reproductor del blog...mañana lo quito)
Retomemos, cuando me doy cuenta de que no es muy cívico hacerme unos macarrones a estas horas, pienso que un sandwich de jamón york y tomate en lonchas es buena opción, acompañado por un tazón de neskuik o como mierdas se escriba.
Preparo el bocadillo, y abriendo el bote de cacao...descubro que dentro hay bichitos. Pequeños bichitos como hormigas. Me muero por una taza de leche, y sola no me apetece. Quito los bichitos con una cuchara, los tiro al fregadero, y miro la fecha de caducidad. Le faltan 2 años para caducar. Miro en la pila donde he tirado los bichos, y allí no hay nada. Me descubro literalmente dormida depie. Abro (esta vez si) el bote, y no hay bicho alguno, vuelvo a mirar en la pila para cerciorarme.
A la que voy hacia el salón con el tazón de leche, me choco con no se que mierdas y el tazón cae. Ponte a fregar el suelo de la cocina y la mitad de el del salón. Maldigo mis putas conexiones cerebrales.
Ahora sigo aqui sentada, sin nada de hambre, mirando el sandwich y pensando en los bichos del cacao. Pienso en la razón de haberle puesto rodajas de tomate, si no me gusta el tomate crudo. Aún así, me lo estoy comiendo. Se que los bichitos nunca han existido, aún asi la leche me está dando arcadas.
Los terrores, pues bien.
Desde estar en Sevilla en una reunión familiar y morir aplastada por un autobús sin el freno de mano puesto.
Pasando por ser presa del pánico porque me he convertido en una yonki que vende sus anillos, pulseras y collares en una calle de Quito (¿por qué Quito, y no otra ciudad?) y habla con dos gnomos del escaparate de la tienda de atras (Diálogo a recordar -Para no tener dinero, vendes buenas joyas, parece que no te importó gastarte el dinero en ellas
-Todas son regalos, de personas para las que ya no existo). Es curioso que lo pretendiese vender todo menos la pulsera de "Eppur si mouve".
Sin olvidar despertar en casa sabiendo que es un terror, e ir a la habitación de mis padres para rogarles que me despierten (algo totalmente absurdo, aunque sea poético), hasta que mi madre desaparece de su propia cama y mi padre pretende matarme y al final lo mato yo a él a hostias (joder).
Y terminando por ser asesinada a cuchillazos por una pija en un vestuario de la piscina de Colmenar Viejo.
Me encanta dormir, pero se está convirtiendo en una condena.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ni Chicho con sus "Terrores Favoritos" daba tanto miedo.

Un besito de buenas noches a ver si ayuda a que duermas mejor.

Yurian dijo...

Solo añadiré... joder!!!

En fin, yo hace tiempo que no tengo pesadillas, ventajas de ser un frikazo enorme, ganas control sobre tus sueños. Y por muy malas cosas que te pasen siempre podré decir como la última vez que tuve una pesadilla... "Ya se kung-fu" XD

Anónimo dijo...

Para terrores nocturnos las obras de Lovecraft.


Mwhahahahahahahaha